Adelgazar


La dieta mediterránea es más eficaz que la dieta baja en grasas


Marginada durante mucho tiempo por la dieta baja en grasas y la de restricción de hidratos, la dieta mediterránea gana de día en día posiciones para los dietistas, según va demostrando sus mejores resultados para la salud e, incluso, su rendimiento comparable o mejor que las otras dos en lo que a pérdida de peso se refiere.


Esta es la conclusión principal de un estudio realizado en la Universidad Ben-Gurion de Israel, cuyos resultados se han publicado en la prestigiosa "New England Journal of Medicine".

La investigación tuvo una duración de dos años y se hizo sobre 322 personas obesas que fueron asignadas aleatoriamente a una de tres dietas: una baja en grasas con un total restringido de calorías a consumir; otra mediterránea, también con un total restringido y abundante en fibra y grasas saturadas y monoinsaturadas; y una tercera baja en hidratos, grasas rápidas, proteínas y colesterol, sin restricción de calorías.

Por lo que respecta a la reducción de peso conseguida, y aunque los participantes disminuyeron su ingesta calórica de forma similar, tras los dos años del estudio los asignados a la dieta de reducción de grasas bajaron en promedio 2,9 kilos; los de la dieta mediterránea lograron 4,4 y los de restricción de hidratos, 4,7.

Además de lo anterior, hay dos cosas que llaman la atención: en primer lugar, la baja tasa de abandonos (el 5% durante el primer año y el 10% adicional el segundo), y en segundo lugar que, a pesar de que la dieta duró dos años, el máximo de peso perdido se logró a los seis meses.

Por lo que respecta a la mejora de salud derivada de los regímenes, las tres dietas dieron buenos resultados, pero quedó por detrás la baja en grasas con respecto a las otras dos. Es notorio el caso de los diabéticos, que tuvieron una reducción apreciable de los niveles de glucosa rápida con la mediterránea, mientras que los asignados a la baja en grasas los aumentaron.

Además, aunque la reducción de peso no continuó a partir de los seis meses, sí lo hizo la mejora de las cifras de la analítica de los participantes, que continuó hasta el final de los dos años que duró la prueba. Esto parece indicar, según Shai, que una dieta sana puede mejorar la salud más allá de la pérdida de peso.

Y añade que, si bien no puede decirse que haya una dieta ideal para todo el mundo, las dietas bajas en hidratos y la mediterránea pueden ser más seguras y eficaces que la baja en grasas que suelen prescribir los médicos.

A esto podríamos añadir que, en el caso de la mediterránea, es una dieta que cumple la máxima que recomiendan muchos expertos para adelgazar sin menoscabo de la salud: comer menos cantidad, pero de todo. Y, por esta misma razón (se puede comer mayor variedad de alimentos que con las otras), es más fácil mantenerla a largo plazo.

Fuente: New England Journal of Medicine