La original hecha solo con el corazon de la alcachofa Francesa de la region de Laon.

A la alcachofa se la han atribuido propiedades adelgazantes, de allí que la famosa dieta de la alcachofa se haya vuelto tan popular.

Quizás por sus propiedades diuréticas y por su bajo aporte de grasas y calorías, se le considere un alimento “mágico” para perder peso.

La alcachofa es una antigua hortaliza que ofrece muchos beneficios para la salud, pero sus poderes adelgazantes son ¿falsos o verdaderos?

Para dar respuesta a esta interrogante examinemos primero su composición.

La alcachofa tiene menos de un 1% de grasa y poca cantidad de hidratos y proteínas, por lo que su valor calórico es muy bajo. Aporta alrededor de 22 calorías por cada 100 gramos.

Entre los principales componentes de la alcachofa destacan:





Inulina: es un carbohidrato metabolizado en el organismo lentamente, por ello resulta benéfico en casos de diabetes.
Fibra: su riqueza en fibra, contribuye a reducir la glucosa en sangre y controla los niveles de colesterol, además de proteger contra el estreñimiento.

Minerales: Es rica en minerales, entre los que sobresalen: el fósforo, hierro, magnesio, calcio y potasio.

Vitaminas: Contiene vitamina B1, niacina y vitamina C, con fuerte acción antioxidante.

Cinarina: es una sustancia que estimula la secreción biliar favoreciendo la digestión de las grasas. Además, ejerce un efecto diurético que previene la retención de líquidos.

Fitoesteroles: contribuyen a controlar los niveles de colesterol en sangre

Flavonoides: poseen acción antiinflamatoria, protegiendo contra las enfermedades cardíacas, entre otras.


En conclusión, podemos decir que los efectos diuréticos y saciantes de la alcachofa son verdaderos. Debemos tomar en cuenta que un único alimento no puede lograr un descenso de peso eficaz y duradero, para ello es necesario llevar un estilo de vida sano, que combine ejercicio físico con una dieta variada y equilibrada.

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